¡No sin mi Smartphone!
Porque puedes olvidarte las llaves o la cartera, pero no tu móvil… ¿En cuántas ocasiones has salido de casa y te han empezado a entrar sudores fríos en cuanto te has dado cuenta de que te habías dejado el Smartphone? Si en alguna ocasión te ha sucedido esto y lo recuerdas perfectamente, sentimos comunicarte que padeces nomofobia (no–mobile-phone-fobia), un miedo irracional a salir de casa sin el teléfono móvil.
Además de padecer esta adicción tecnológica, la misma también te está volviendo un poquito menos educado. Y es que el permanente uso del móvil nos hace perder los buenos modales. Según una encuesta publicada por Skout, el 49% de los usuarios confesaba que en alguna ocasión había interrumpido una relación íntima para atender el teléfono (hecho que constata a los extraterrestres que los humanos somos una raza fácilmente conquistable). Pero no sólo permanecemos pendientes del móvil mientras estamos con nuestra pareja, también lo usamos cuando estamos en compañía de familiares y/o amigos… Sólo hay que salir a la calle para ver cómo un grupo de amigos reunidos alrededor de la mesa de una terraza de verano, únicamente están de cuerpo presente, ya que cada uno de ellos tiene la cabeza metida en su particular burbuja mientras instagramea el mojito que le acaba de servir el camarero, tuitea un chiste malo o contesta un mensaje de WhatsApp.
En fin, lo confesamos, nosotros tampoco nos despegamos del móvil, pero tenemos excusa: es una de nuestras principales herramientas de trabajo… Tenemos que estar conectados… Sí, también el fin de semana… ¿Y si nos llama un cliente con una urgencia? ¿O nos surge una crisis de reputación? Tenemos que estar disponibles 24 horas… ¿Cuela?
Read more