5 tipos de clientes de una agencia de publicidad
Una agencia de publicidad no sería nada sin sus clientes, por eso con todo el cariño del mundo les dedicamos un post y por si alguno de nuestros clientes nos lee que sepa que, sin duda, pertenece a la quinta categoría 😉
1. El tradicional. «Siempre lo hemos hecho así» es su frase preferida, es una cabeza cuadriculada que le tiene alergia a los cambios. Hacerle ver que vivimos en un mundo que está en constante cambio es lo primero de lo que tendrás que convencerle, así que ármate de paciencia y no desesperes.
2. El cuñado. Por cuatro duros un sobrino de su mujer le hace lo mismo que tu agencia y encima le lleva Facebook, Instagram y hasta le va a crear una cuenta en Snapchat, que palabras textuales «es lo que se lleva ahora». Por mucho que intentes explicarle que a lo mejor su estrategia no es la más adecuada ya que su público objetivo no se encuentra en el perfil de usuarios de esas redes sociales, no tienes nada que hacer, el cuñado es ese ser que habla de todo sin saber de nada y opina de oídas. Preferirás que te metan astillas entre las uñas y los dedos antes que tener que lidiar con este tipo de clientes.
3. Don emergencias. Es el que te llama a la oficina un viernes a las 18:55 porque se acaba de dar cuenta de que es cuestión de vida o muerte que el lunes a primera hora tenga sobre su mesa la propuesta base de la campaña de lanzamiento de su nuevo producto porque bla bla bla… Además, reconocerás a este tipo de cliente porque siempre «necesita todo para AYER» (sí, esta es su frase preferida) aunque tú le expliques que, a diferencia de Marty McFly, no tienes un Delorean que te permita realizar viajes en el tiempo.
4. El indeciso. Reconocerás a este tipo de cliente porque te enviará más de 5 mails al día, te bombardeará a llamadas e incluso te pondrá WhatsApps los domingos (sí, cometiste el GRAN error de darle tu número personal) para cambiarte cualquier diseño mil y una veces. Hagas lo que hagas NUNCA estará conforme, aunque te limites a ponerle el fondo en azul eléctrico y una «A» centrada en tipografía con serif (tal y como él mismo te indicó en la última reunión), la próxima vez que te haga una visita en la oficina te lo echará todo abajo y te dirá que el quiere un fondo rojo valentino y una «B» en una esquinita con una fuente de palo seco. Échate a temblar porque el abecedario se te va a quedar corto con tanto cambio.
5. El majo. Es la Gigi Hadid de las agencias de publicidad, todo el mundo le quiere. Es el buen rollo personalizado. Todo le parece bien. Te deja hacer. Se deja aconsejar. Nunca pone problemas. Reconocerás a este tipo de cliente porque NO existe, al igual que los unicornios o el amor.
